Hay piezas de mobiliario que tienen un nombre propio. Y ese es el caso de la Silla Acapulco. Una mezcla entre silla y butaca que, sobre todo, hemos visto en zonas de exterior.
Como no podía ser de otra manera, la Silla Acapulco forma parte de nuestro mobiliario de alquiler. El artículo de hoy va sobre esta pieza emblemática del diseño de mobiliario y cómo sacarle partido para tus estudios, platós, eventos y otros espacios.
La silla Acapulco: un clásico reinventado
¿Cuál es el origen de este asiento único? Es difícil dar la respuesta en cuanto a su creación, pero sí sabemos que se popularizó en los años 50. Para aquel entonces, Acapulco era un destino idílico de vacaciones, en especial para los pudientes norteamericanos.
Al reproducir imágenes publicitarias de la ciudad mexicana, la silla Acapulco siempre estaba presente en jardines, terrazas y restaurantes al aire libre. Todo indica que la forma de construirlas imita a las hamacas mayas, hechas a mano a partir de cuerdas de vinilo sujetas a una estructura metálica.
Pero desde hace algún tiempo esta silla icónica vuelve a formar parte de catálogos de renombre que marcan tendencia en diseño de interiores y exteriores.
Y esa es precisamente una de sus mayores cualidades: la silla acapulco puede utilizarse tanto en interior como en exterior.
Por ejemplo, para el exterior es apta ya que es muy resistente y consigue aguantar las diferentes condiciones climáticas o largas exposiciones al sol. El diseño permite pasar el aire e invita a colocar el cuerpo en posición de relax.
No obstante, en interiores está siendo transgresor ya que otorga ese punto fresco. Sobre todo, es genial combinarlo con ambientes selvático, plantas de interior y materiales como la rafia. Así, se sustituye el butacón (más asociado al invierno) por este híbrido entre silla y butaca.
Aquí puedes consultar la ficha de producto de la silla Acapulco que ofrecemos en alquiler desde Abalkia. Y si deseas reservarla, sola o junto a otras piezas de nuestro catálogo, contáctanos.